miércoles, 25 de marzo de 2015

Resultado de las elecciones en Andalucía

Una de las tesis más repetidas durante la campaña de las elecciones en Andalucía era que en esta comunidad se iba a comenzar a dibujar el nuevo mapa político de España. Y parece ser que sí. Principalmente por la irrupción de Podemos y Ciudadanos, que en el caso de Podemos, entra por primera vez en las instituciones españolas. También porque el espectro político español es ahora más pluralista que hace una semana y porque la tesis de votar al PP o al PSOE porque son el voto útil toca su fin.

A pesar de los buenos resultados cosechados por las formaciones lideradas por Pablo Iglesias y Albert Rivera, no se puede hablar aún de una ruptura total y definitiva del bipartidismo. Si en las elecciones del 2012 los dos partidos mayoritarios sumaron 3.098.756 votos, es decir, que de cada 10 papeletas 8 fueron para los dos partidos mayoritarios, en las de este domingo, los 2.473.210 de sufragios fueron a parar tanto al PP como al PSOE, que se traduce en un 62,19 % del total de los votos y 17 escaños menos que en las elecciones que ganó el hoy imputado José Antonio Griñán por el caso de los ERES.

Los victoriosos

Podemos. “La política ya no es monopolio de dos partidos. Las caídas de PP y PSOE así lo demuestran. El cambio no es solo cuantitativo, también cualitativo”, decía la candidata de Podemos a la Junta de Andalucía, Teresa Rodríguez. En total, 15 escaños que fueron posibles por los 53.167 votos, un 12,85 % del total. Un resultado que sin duda mejora su último paso por las urnas del año pasado en las elecciones al Parlamento Europeo cuando consiguieron el 7,97 % de los votos (1.245.948). No obstante, el tercer mejor resultado no permite llevar a cabo el programa electoral de la formación.

Si el resultado de Podemos es bueno, mejor es el de Ciudadanos: 9 escaños, 368.988 votos y el 9.28 % del total del sufragio. La formación ha tenido muy poco tiempo para preparar la campaña. Además, la implantación de este partido en Andalucía es mucho menor que en cualquier otro comunidad y que cualquier otro partido, tal y como señalaba Ignacio Escolar en Al Rojo Vivo el domingo. Anunciaba un éxito para la formación en otras comunidades donde está más implantada, como Cataluña, Madrid, Valencia…

Para Rivera, antiguo militante el PP, los datos suponen el fin del bipartidismo. También ha dejado claro que no va a estar en el Parlamento y ni mucho menos va a negociar con el PSOE y Susana Díaz si Manuel Chaves y Antonio Griñán siguen conservando su escaño.


Albert Rivera acto campaña 2010
Si se hunde el bipartidismo como sostiene Rivera, lo hace por la derecha. Al menos, en Andalucía. Porque por la izquierda, el PSOE logra mantener los 47 escaños conseguidos en los comicios electorales de 2012, a pesar de perder 118.881 votos y los escándalos de corrupción. Susana Díaz, la última de todos los candidatos en aparecer públicamente, se mostraba exultante por la víctoria, que viene a confirmar una vez más el arraigo y la fuerza del PSOE en la región, que no ha conocido más que la izquierda en la Junta desde en todos estos años de democracia. Otro dato positivo para PSOE es que Díaz se convierte en la primera mujer que gobierna en aquella región.

Algunos analistas políticos han especulado que la razón del adelanto de las elecciones por parte de Susana Díaz era batirse en unas primarias con Pedro Sánchez por la secretaria General del partido. En caso de que esa tesis se confirmara, la andaluza se presentaría con el aval nada y más y nada menos que su comunidad autónoma. Más poder y mejor posicionada frente a Pedro Sánchez, que no termina de convencer en su propio partido.

Los perdedores

El Partido Popular es el gran perdedor de esta noche electoral, la primera de las cinco del este año, en la que los conservadores son los que más se juegan. Y tal y como han empezado, no pinta bien. Los resultados demuestran que sólo en Andalucía el PP se deja más de 506.000 votos. Ha pasado de obtener el 40,67 % de los votos -50 escaños- en el 2012 a conseguir el 26,76 % con 33 escaños. La gestión de Mariano Rajoy al frente del Gobierno ha pasado factura. La herencia del PP. Pero también ha pesado la fuga de votos hacia Ciudadanos, diana de los dardos envenenados de los dirigentes del Partido Popular de Andalucía: "No quiero que mande un político que se llama Albert".

A pesar del evidente varapalo del PP en Andalucía, donde sólo consiguieron ganar en la provincia de Almería, Rajoy no ha hecho autocrítica y de puertas para fuera asumieron los resultados con optimismo. En lugar de destacar que habían perdido medio millón de votos, el PP recalcó que había conseguido medio millón de voto en las elecciones europeas. No obstante, cuentan los periodistas que dentro de la dirección del PP hay nerviosismo ante el tsunami que se avecina.

Otro de los grandes perdedores fue UPyD. Pasó de casi 130.000 votos en 2012 a 76.000 este domingo, que deja otra vez a la formación magenta sin representación en el parlamento andaluz. Los resultados han abierto una crisis interna que ya se ha cobrado sus primeras cabezas ante la falta de autocrítica de Rosa Díaz.

Es el caso de Irene Lozano. La periodista, en boca de todos hace unas semanas por llevar el caso de la capitán Zaida Cantero a los medios y al Congreso, ha dimitido de la dirección del partido. En unas declaraciones a la Cadena Ser sentenciaba que Rosa Díaz debía dimitir por los malos resultados conseguidos. Además, explicaba que no conjugaba con las actitudes de la vieja política, en alusión a la actitud de Díez, que no dimite ni asume responsabilidades y que incluso dejó entrever que repetiría para las elecciones generales. No obstante, la escritora y periodista ha aclarado que no se va del partido.

Similar decisión la que tomó Álvaro Anchuelo. Ayer aclaraba vía Twitter que no dejaba el partido. Junto con Tony Cantó, los tres políticos lideran una oposición interna a Rosa Diaz, incuestionable dentro del partido. Hasta hoy.

“Decepcionante rueda de prensa de @rosadiezupyd La dirección del partido debe responsabilizarse de las decisiones que nos han traído aquí”, dijo Tony Cantó ayer en su cuenta de Twitter. 

El valenciano es uno de los que apela a confluencia entre UPyD y Ciudadanos a la que Albert Rivera llamó
en varias ocasiones. En definitiva: el que fuera el primer partido con vocación de acabar con el bipartidismo parece hundirse. Y no por culpa del bipartidismo.

Otro perdedor de la noche electoral fue Izquierda Unida. Respecto a 2012, la formación ha pedido 165.000 votos, por lo que ha pasado de tener 12 escaños a 5. Tanto Antonio Maíllo como Alberto Garzón reconocieron su descontento ante los malos resultados. Extrapolando la tesis antes expuesta de Ignacio Escolar sobre Ciudadanos, su futuro está en el aire. Izquierda Unida en Andalucía ha tenido siempre presencia. Tras las elecciones de 2012, formó gobierno con el PSOE, que rompería antes de que acabara la legislatura. Una presencia que es menor en otras comunidades autónomas por lo que el resultado sería aún más desolador. No obstante, salva la participación parlamentaria en la Junta.

Los dirigentes explican el daño causado por el pacto con el PSOE para gobernar en Andalucía. La segunda causa tiene que ver con la irrupción de Podemos, que parece ser, según los resultados, la verdadera alternativa a la izquierda del Partido Socialista.
Seguir a @victorernan