Negocio redondo de Juan José Güemes, que gestionará los servicios de análisis clínicos el que mismo privatizó mientras era Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Por cada análisis que se realicen los madrileños, cobrará 16 €, que la Comunidad de Madrid pagará a la empresa de Güemes.
Decía alguien que quien era muy rico era porque había robado mucho. Y a Juan José Güemes no le ha tocado la lotería, como al padre de su esposa, Carlos Fabra.
En 2008, Juan José Güemes afirmaba literalmente que se ofrecen oportunidades de en la sanidad pública. Todo una llamamiento a los buitres para invertir en la venta de la sanidad. Durante los dos años que estuvo en el cargo, 2008-2009, Güemes privatizó los servicios de análisis clínicos de seis hospitales públicos: Infanta Cristina, Infanta Sofía, Infanta Leonor, Sureste, Henares y Hospital del Tajo, y de 49 centros de salud, 107 consultorios periféricos y 100 residencias, según informa hoy la Cadena Ser. La empresa que se adjudicó dichos servicios fue Unión Temporal de Empresas que, como su nombre indica, es un tipo de empresa que gestiona servicios de manera temporal; sin una concesión definitiva. En agosto del año pasado, Güemes fue contratado por Unilabs mientras estaba en el Instituto de Empresa. En la nueva empresa pasaría a ocupar un cargo de Consejero Delegado. Tres meses después la empresa anunció la compra del 55% de UTE, la cual Güemes había privatizado y que se había encargo de los servicios hasta ese momento.
La noticia, que saltó hoy por la mañana, llenó Twitter de mensajes de indignación de los usuarios, que asisten a la estafa continuada que desde los cargos públicos se somete a la sociedad.
El negocio es millonario porque los nuevos gestores cobrarán 16 euros por cada madrileño que tenga que hacerse una analítica.Una jugada perfecta para los empresarios que quieren hacer negocio con la salud de los madrileños con la connivencia, claro está, de un gobierno regional que permite, consiente y vende derechos a una serie de traficantes. Este proceso es similar al que está sufriendo la sanidad madrileña y española. La comunidad tendrá que seguir pagando con el dinero público, dinero de los ciudadanos, por el mismo servicio, pero la gestión de esos servicios pasa a manos privadas, en donde la Comunidad no tiene velas. Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como.
Pero el conflicto de intereses no es nada nueva. Hace poco más de una semana parte de la opinión pública mostraba su clamor contra el nombramiento de Rodrigo Rato como consejero asesor de Telefónica para Telefónica Latam y Telefónica Europe, más aún cuando está imputado por llevar a la quiebra a cientos de inversores que depositaron en Bankia su confianza y ahorros. Tampoco supo prever la crisis cuando estaba en el FMI.
Hay que destacar el caso de Felipe Gónzalez y José María Aznar, consejeros delegados de compañías eléctricas en el paso de la empresa pública a la privada. Asesoría por el cual ambos de embolsan más de 100.000 € anuales. Elena Salgado, Angel Acebes, Pedro Solves, etc. Es lo que llaman la corrupción elegante.
