La Liga de las Artes, que engloba a creadores y profesionales del teatro y que nace con el objetivo de poner freno a la política de privatización llevada a cabo por el Ayuntamiento, ha rechazado la política privatizadora. Los representantes afirman que se ha puesto los criterios económicos por encima del interés ciudadano, la exhibición pública y accesible de manifestaciones artísticas diversas, objetivos por los que se crearon y equiparon los teatros.
El colectivo mediante un comunicado exigen a Ana Botella que paralice la privatización de los teatros, y hace una serie de recomendaciones sobre lo que debe hacerse, como la elaboración de un código de buenas prácticas que supervise la actividad de cada uno de los teatros; el fin de la “adjudicación a dedo” de los altos responsables en materia artística y cultural; que el modelo de gestión sea público y que esté supervisado los colectivos de creadores y compañías