jueves, 20 de febrero de 2014

Pagar pocos impuestos sale caro

Corría 2009. José Luis Rodríguez Zapatero anunció una subida de impuestos. Una medida que generó una fuerte reacción en el PP. Esperanza Aguirre llevó a cabo una “campaña de rebelión” para evitar un aumento del IVA del tipo general del 16% al 18%. La insumisión no tuvo éxito y Zapatero los incrementó. La página web nomasiva.es habilitada para la recogida de firmas tuvo que ser cerrada después que dos años más tarde Rajoy aumentara el IVA al 21%.

La idea de que los impuestos deben ser bajos es bien defendida por el PP.  Según este modelo, la empresa pública es ineficiente y las empresas privadas gestionan mejor los servicios básicos como la educación, sanidad, servicios asistenciales, pensiones. El modelo funciona en Estados Unidos, aunque dista mucho de garantizar la protección a los ciudadanos.

De media, todos los productos tienen un IVA del 6%, exento alimentos calientes. No se paga IBI, no se paga IRPF si los ingresos mensuales son inferiores a los 2320 €. A cambio, no existe un sistema de cobertura social. Bajo el modelo de gestión privada que se rige en Estados Unidos, el país gasta más que en nadie en sanidad, pero en donde en 2009 murieron 45.000 personas por falta de seguro médico. La mortalidad infantil es de las más altas de la OCDE, a pesar de que dedican 8.600 dólares al gasto sanitario por habitante frente a los 1.600 del español, según la Organización Mundial de la Salud. Sólo en Nueva York hay 22.000 niños sin hogares, según The New York Times. Alberto Sicilia, más conocido como Principia Marsupia, desenmascaraba en 8 gráficos las bondades de la sanidad privada. (He escogido la sanidad porque es donde más evidencias hay de que lo privado es más caro, pero estas reflexiones son extensibles a la educación, servicios asistenciales, etc)

Esta americanización del sistema está suponiendo el fin del Estado de Bienestar que cubría "desde la cuna hasta la sepultura", expresión acuñada en el siglo XIX por el escritor socialista Edwuard Bellamy. Con gran reacción social ha venido implantándose en España, proceso que se ha agudizado con la crisis económica y con la supuesta falta de dinero. Es el caso de la paralización de la sanidad madrileña. En ningún momento el gobierno de la Comunidad presentó cifras sobre el ahorro. Todo se reducía a estimaciones y a la buena fe. Por ello, el Tribuanal Superior de Justicia de Madrid falló en contra de la externalización de los hospitales y centros de salud madrileños ya que afectaba al interés público y a la propia economía y Hacienda Pública de la Comunidad de Madrid. El hospital de Alzira, en Valencia, gestionado por empresas privadas, ha necesitado inyecciones de capital público.

Cuando se habla de pagar pocos impuestos, no estamos diciendo su contrario, es decir, que deban ser elevados. No se defiende que las subidas tan bruscas del IVA, 5% en los últimos 4 años, que han llevado a que la cultura, productos elemental básicos como las compresas, preservativos o los pañales tengan un recargo del 21% (los preservativos en Francia tiene un recargo del 5,5%, lo mismo que el pan). Ni el aumento del IRPF y cotizaciones que ha supuesto 10 puntos más, hasta el 40%, por encima de Alemania y Francia. Hablamos de que los impuestos sean progresivos, tal y como se recoge en el artículo 31 de la Constitución Española -siempre y cuando la economía crezca-. Es decir, que paguen quienes más tienen. Hablamos de impuestos proporcionales al nivel de ingresos. Una política fiscal que debe ir acompañada de otras que persigan fraude.

El Sindicato de Técnicos de Hacienda, GESTHA, ha elaborado informes en los que se refleja que mediante una política fiscal responsable, se podrían recaudar hasta 64.000 millones de euros al año. Medidas como reducción de la economía sumergida en diez puntos, que supondría 38.577 millones más a las arcas; un nuevo tipo en el impuesto de sociedades del 35%, 13.943 millones; impuesto a las transacciones financieras, la llamada Tasa Tobin, 5.000 millones; impuesto sobre la riqueza, 3.399 millones; o la prohibición de las operaciones en corto contra la deuda, que supondría 1.490 millones.

En el año 2013 se recaudaron 355.000 mil millones de euros. Nos garantiza una protección por desempleo en caso de necesitarlo; la tranquilidad de la cobertura sanitaria que no existe en Estados Unidos cuando se pierde el empleo; asegura que sea cual sea nuestra procedencia económica, nuestros hijos van a poder ir a la universidad. Pagar impuestos es sinónimo de Estado de Bienestar y no supone un coste excesivo para nuestros bolsillos. Pagar pocos impuestos sale caro.
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