lunes, 1 de julio de 2013

La Policía colombiana tortura y asesina a manifestantes

Cuatro muertos por impacto de bala, 49 heridos y varios manifestantes con extremidades amputadas son las cifras que dejaron los enfrentamientos que desde el pasado día 11 tuvieron lugar entre los campesinos de la región del Catatumbo, al noreste de Colombia,  y la policía colombiana. Guillermo Quintero, uno de los líderes campesinos en declaraciones a Prensa Rural denunciaba el “hostigamiento que han venido sufriendo con fusiles, ametralladoras por parte de miembros del ejército”. Ponía de manifiesto que en la zona no tenían asistencia médica, ni apoyo para socorrer a los heridos. Lamentaba la “desigualdad de fuerzas” entre los manifestantes, cuyos únicos medios de protesta han sido las huelgas, las piedras, frente a las balas, las porras y gases lacrimógenos del Escuadrón Móvil Antidisturbios –ESMAD- y del ejército.

Los asesinatos y torturas han sido rechazados por la sociedad civil colombiana y por asociaciones de derechos humanos. La ONG Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo exigía el cese de la violencia contra el pueblo y reclamaba el presidente Santos que no siguiera asesinando al campesinado del Catatumbo. Un pequeño grupo de 100 personas se concentró en Bogotá frente a la sede del Ministerio de Agricultura para pedir una solución dialogada al conflicto. El Movimiento Mundial de los Derechos Humanos -FIDH- ha condenado “el uso desproporcionado de la fuerza en contra de los manifestantes" y ha exigido "de manera inmediata el cese de la represión en la región del Catatumbo”.


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No obstante, el presidente colombiano expresaba que las acusaciones de represión hacia la policía denotaban la “torpeza” porque, según él, entre los manifestantes habían guerrilleros de las FARC infiltrados, postura que también ha defendido el expresidente, Álvaro Uribe. Sentenciaba que su gobierno no permitiría en ninguna parte de Colombia que el orden público y el derecho de la inmensa mayoría de los colombianos fuesen vulnerados por "unos pocos". La represión de los campesinos tiene lugar en un contexto en el que Colombia ultima los preparativos para entrar en la OTAN y en el que el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, de visita la semana pasada en Madrid, prepara la aprobación en del fuero penal militar, que según Human Right Watch, debilita protección de los Derechos Humanos, ya que "la ley podría dar lugar a impunidad en casos de falsos positivos", asesinatos perpetrados por el ejército que el gobierno hacía pasar por bajas guerrilleras.

La Asociación Campesina del Catatumbo, ASCAMCAT, negó las acusaciones de los guerrilleros infiltrados y explicó los motivos de sus reivindicaciones.

El primero es que el Gobierno no ha realizado ninguna propuesta económica para la región después de que éste anunciara la erradicación definitiva de los cultivos de cocaína. Esto ha causado la indignación en la comunidad campesina porque el cultivo de coca es la forma de subsistencia para muchos campesinos. 

El segundo, el Gobierno se niega a crear la Zona de Reserva Campesina para fortalecer la producción agrícola de la región y así manera mejorar la situación de los campesinos. Con su creación, se garantizaría la devolución de las tierras que los grupos violentos arrebataron a cientos de familias, tal y como se comprometió públicamente Juan Manuel Santos en 2010 (el conflicto armado en Colombia ha provocado que 3 millones de hectáreas hayan sido despojadas de sus propietarios, 500 veces Manhatan, según los cálculos el diario El Tiempo).

La tercera razón tiene que ver son los bastos yacimientos naturales, sobre los cuales el Gobierno ha planificado proyectos de minería y agroindustria. Según un informe elaborado por Yesid Navas Peñaranda, Rector de Universidad Distrital Francisco José de Caldas, la región natural del Catatumbo cuenta con más de 300 millones de toneladas de carbón, lo que alcanzaría una explotación para los próximos 150 años. En 2012, se extrajeron 30 millones de barriles de petróleo. Peñaranda también destaca su gran riqueza hídrica. Entre otros recursos no renovables como la arcilla y fosfatos, cuenta con otros renovables, como el agua, la flora y fauna.

Hace ya 8 años, el periodista colombiano y hoy director Canal Capital, la televisión pública bogotana, Hollman Morris, denunciaba abandono que sufría el CatatumboASCAMSAT explicaba la confrontación armada que ha vivido la región. "El Catatumbo ha sufrido desde 1999 la intensificación de la guerra debido a la llegada de diferentes estructuras paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, que provocaron un desplazamiento de 50.000 habitantes originarios de la región. Un persistente conflicto con las FARC que no acabó a pesar de la desmovilización de los paramilitares o guerrillas anticomunistas puesto que al poco tiempo surgieron grupos paramilitares que sembraron el terror en la zona".

Si bien es cierto que las reclamaciones del campesinado no se ha resuelto, el copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, Iván Cepeda, trasladaba a ASCAMCAT la disposición del gobierno de Santos iniciar el diálogo con los campesinos. Como muestra de buena voluntad, los campesinos aceptaban desbloquear la carretera que lleva a Ocaña, la segunda ciudad de Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela. 
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