lunes, 2 de abril de 2012

Todo preparado para la recibir a los 10 secuestrados por las FARC

El movimiento guerrillero ha fijado en una zona próxima a Mapiripán, en Meta, región al sur de Colombia, la primera entrega de grupo de secuestrados que se hará a las 8 de la mañana, hora local. La operación, denominada Operación Regreso a la Libertad, supondrá el fin para 10 secuestrados que están cumpliendo una condena sin ser juzgados. El traslado de los rehenes a la capital se hará efectivo en helicópteros militares prestados por el gobierno brasileño. 

Si todo sale según lo planeado, los cuatro militares y seis policías, Luis Alfonso Beltrán, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo, Luis Alfredo Moreno, Carlos José Duarte, César Augusto Lasso, Jorge Trujillo, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas, serán liberados a las ocho de la mañana, hora local. Si bien el grupo armado no ha dado las coordenadas exactas, se sabe que la entrega se hará en Mapiripán, zona selvática al sur de Colombia.

Todo está listo. Las autoridades locales han suspendido el tráfico aéreo en la región. Los centros de salud están preparados para recibir a los ya liberados. Los helicópteros Cougar 523UE, prestados del gobierno brasileño, que ha vuelto a participar en las negociaciones de liberación de los secuestrados, recogerán a los liberados y los llevarán a la ciudad en donde pasarán un rápido reconocimiento médico. Hasta allí se han desplazado algunos familiares para dar una calurosa bienvenida a sus seres queridos tras lo años de cautiverio. No obstante, el grueso de familiares espera en Bogotá, a donde serán llevados desde Villavicencio. Será en la capital en donde se hará en chequeo más exhaustivo de su estado de salud. Posteriormente concederán una rueda de prensa únicamente si los doctores lo autorizan, según informa El Espectador.

Pero nadie está más preparado que los familiares. Esperanza y ansiedad. Así se puede definir el ánimo de los familiares que han estado separados de sus seres queridos durante trece años, militares y policías que han soportado una pena sin ser juzgados. Una cárcel propia de quienes han cometido los crímenes más horribles de la historia: atados de pies y manos con cadenas y alambres con púas. Una guerrilla que obligaba a los secuestrados a continuas caminatas extenuantes para evitar ser encontrados por las autoridades colombianas. Un sufrimiento que los familiares han padecido de cerca a pesar de la distancia evidente. Ahora, tras una larga y deseada espera, no ocultan su alegría y se encomiendan a las oraciones para que todo salga bien. La Delegación Humanitaria destinada, encabezada por Piedad Córdoba, lanza un mensaje de tranquilidad a los familiares ¨todo va a salir bien¨.
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