domingo, 14 de agosto de 2011

Déficit español

Durante el gobierno de Aznar se desregularizaron los sueldos, el suelo, mercados, etc. Se produjo un bajón importante en el desempleo, pero la calidad de los recién creados era baja, como el de la construcción.

A pesar de que el pais creció enormemente, gracias a la burbuja inmobiliaria, las riquezas no se repartieron equitativamente. Los más ricos fueron quienes se repartieron el pastel: ya no sólo sus ganancias aumentaron un 73%, frente al 33% de los europeos con el mismo nivel de ingresos, sino que, además, se les redujo la carga impositiva. Las clases trabajadoras no corrieron con mejor suerte. 

Durante la periodo de bonanza, el dinero proveniente del crecimiento no se reinvirtió, como debía ser, en crear nuevos puestos de trabajo más cualificados, en lograr un industrialización óptima para evitar caer en un proceso cíclico y vicioso.

Con la llegada de la crisis, el problema del enorme deficit ha salido a la luz, situándose a día de hoy en torno al 13%.  Consecuencia de que el Estado dejó de ingresar una cantidad de dinero vital procedente de impuestos, que produjo un déficit ¨estructural¨. Y ahora, como no hay vuelta atrás, los políticos están haciendo recortes que afectan a la mayoría de la población: sanidad, educación -hay intereses, sobre todo económicos, detrás de estas medidas para que se privaticen, de modo que se convertirían en un negocio-, y no en otros sectores como los sueldos de los políticos, en armamento, en suprimir el número de administraciones o incluso en las cajas de ahorro, que en vez de nacionalizarlas, se están rescatando con dinero público.

En caso contrario, si se hubiera establecido una política fiscal rigurosa y exigente en los años de crecimiento, hoy no tendriamos que escuchar la misma cantinela de los poderes políticos, la que afirma que la única forma de reducir el déficit es recortando el ya de por sí insuficiente Estado de Bienestar –el español es el que menos protección ofrece a los cuidadanos respecto al resto de los de la UE-15-. Recortes impuestos por la banca privada, culpable de la crisis actual y que, a pesar de ello, el Estado dio una cantidad desorbitante para salvarlos, y ahora nos dicen cómo tenemos que salir de la crisis, sin contar pues con que a día de hoy están especulando de manera flagrante, junto con las agencias de rating y la benevolencia del BCE, contra nuestra deuda soberana y de no prestar el dinero para lograr al ansiado despegue de la economía española

Un ejemplo de la política fiscal tan suave es que, según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, los grandes empresarios han evadido unos 70.000 millones de euros.

Vicenç Navarro afirma que hay otras maneras de reducir el deficit, como la creación, por ejemplo, un impuesto para la sanidad (6.900 millones); un establacimiento de impuestos a los beneficios y sueldos de la banca (2.948 millones); otro al de sucesiones (2.552 millones), mediante un impuesto de solidaridad, como hace Francia, que representa ya el 0.17% del PIB (1.841 millones); o hacer pagar más impuestos a las rentas elevadas (643 millones).

Vemos, pues, que es necesario que el Estado aplique urgentemente una política fiscal con mano de hierro, sin miedo a levantarla por evasión de impuestos, sea a quien sea, ya que así se ingresarían unos 200.000 millones de euros, siempre y cuando se siga el sistema sueco. Cantidad que serviría, primordialmente, para reducir el deficit no a costa del Estado de Bienestar. Y tiene que hacerse con la mayor celeridad posible antes que la educación, sanidad, servicios sociales, etc., caigan en manos de las hienas bípedas: bancos, especuladores, empresarios...


Fuente: ATTAC, Vicenç Navarro.
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