miércoles, 6 de marzo de 2013

Educación pública para formar ciudadanos y ciudadanas.


La Consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, ha anunciado que se procederá a la reorganización de algunos centros educativos para el próximo curso mediante su fusión para adecuarlos a las necesidades de escolarización del alumnado.

La comunidad educativa ha rechazado de plano las intenciones de Figar porque el único fin de estas medidas, aseveran, es la privatización de la educación, a la vez que se sigue subvencionando a la educación del Opus Dei. Sentencia además, que los planes de Figar no están sustentados en datos. Desde FETE-UGT y Frem-CCOO Madrid opinan que desde la Consejería se ¨cierran y abren escuelas como quien cierra y abre una mercería¨.

La consejera expresó que con las nuevas medidas se protegerá no sólo la libertad de elección de centro, sino que con la inversión de más de 50 millones de euros y la apertura de 23 centros educativos, quedará garantizada la educación pública. También se ha defendido de las acusaciones que se vierten desde la comunidad educativa sobre el desplazamiento que tendrán que hacer los alumnos a los nuevos centros, hasta de 2 kilómetros, según el colectivo. ¨La distancia de los centros fusionados es de entre 200 y 600 metros, lo que significa que las fusiones no supondrán ningún problema de desplazamiento para los alumnos y sus familias"

Desde la Consejería de Educación se está cometiendo un grave error al intentar privatizar la educación a punta de decreto ley y en despachos a puerta cerrada, sin atender a los principales implicados. Si en algo se debe invertir para que las economías puedan encarar mejor su futuro es en educación, como las que ha venido haciendo Alemania o Francia. Sólo así se garantizará la formación de ciudadanos, no únicamente competitivos, sino también responsables y comprometidos.
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