La Autoridad Bancaria Europea ha pedido a los bancos aumentar su capital para evitar posibles intervenciones futuras. La recapitalización, que debe hacerse por las vía privada y, en caso de no conseguirla, ha de hacerse por la vía pública, asciende a 26.161 millones de euros. Esta medida restringirá aún más la concesión del crédito.
En la cumbre Europea celebrada el miércoles, la Autoridad Bancaria ha pedido a la banca aumentar su capital, que pasará de un 8% a un 9%. Lo que se pretende es que lo bancos estén más protegidos ante los vaivenes de la crisis y sobre todo se pretende evitar posibles rescates financieros. En total, la cantidad supera los 26.000 millones de euros.
Sin embargo, esta decisión ha causado un cierto malestar porque la banca española no ha sido tratada igual que las demás entidades financieras europeas. Pero esta decisión es un reflejo de lo que se percibe más allá de las fronteras españolas. ¨Los mercados desconfían, con altos índices de morosidad y los excesos de la burbuja inmobiliaria¨, afirma José Santamarta.
A pesar de las exigencias, los grandes bancos han salido al paso para lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza. Afirman que no tendrán ningún problema para conseguir el capital por las vías privadas y que cumplirán con los nuevos estándares fijados por la Comisión Bancaria.
Para conseguir dicho aumento, los bancos deben intentarlo por la vía privada o la vía pública en caso de que fracase la primera. Por la vía privada, mediante la ampliación de capital con la venta de acciones. Pueden conseguirla, también, si consiguen unos beneficios óptimos, que pasarían directamente a las reservas. En caso de que los bancos no lo logren, tendrá que intervenir el Estado, abonando a cada entidad la cantidad que necesite.
No obstante, estas medidas supondrán que el crédito bancario disminuya aún más. Las pequeñas y medianas empresas y autónomos, creadores del 85% del empleo total, serán los más perjudicadas, puesto que el acceso al crédito se complicará: más avales. Además, puede producirse un aumento de la tasa de paro, que roza ya los cincos millones. Por tanto, esta medida afectará negativamente y frenará el crecimiento económico, sentencia Leonor Merino.
